Inicio Recuerdos
Entrada
Cancelar

Recuerdos

La cuna se balancea sobre un abismo, y el sentido común nos dice que nuestra existencia no es más que una breve rendija de luz entre dos eternidades de tinieblas. | Habla, Memoria. Vladimir Nabokov.

No le tengo miedo a la muerte. Como dijo Shakespeare: Death, a necessary end, will come when it will come. Le tengo miedo al olvido. Miedo de olvidarme de tí, y que tú te olvides de mí. Es un capricho injustificado, seré el primero en decirlo, pero eso no le quita validez.

No quiero detallar más. Esto fue sólo un desahogo.

Para mí eres, y serás siempre, eterna. So long as I live.

Algunas veces, lo mismo que Eva nació de una costilla de Adán, una mujer nacía durante mi sueño de una falsa postura de mi muslo. Nacida del placer que yo estaba a punto de gozar, imaginaba que era ella quien me lo ofrecía. Mi cuerpo, que sentía en el suyo mi propio calor, quería unirse a él, y me despertaba. El resto de los humanos me parecía muy lejano comparado con aquella mujer a la que hacía apenas unos instantes había abandonado: todavía guardaba mi mejilla el calor de su beso, mi cuerpo seguía derrengado por el peso de su talle. Si, como a veces ocurría, tenía los rasgos de una mujer que yo había conocido en la vida, iba a entregarme por completo a un único fin: encontrarla, como esos que parten de viaje para ver con sus propios ojos una ciudad deseada y se figuran que pueden disfrutar en una realidad el hechizo de lo soñado. Poco a poco iba desvaneciéndose su recuerdo, y yo olvidaba a la muchacha de mi sueño. | Por la parte de Swann. Marcel Proust.

Esta entrada está licenciada bajo CC BY 4.0 por el autor.
Etiquetas populares
Etiquetas populares